miércoles, 3 de diciembre de 2025

UN MES DE RESCATES Y SÍNDROME PARÉTICO

     La contaminación lumínica es uno de los problemas que tienen las pardelas cenicientas en su paso por Ceuta. Tal vez sea difícil de entender cómo, en un lugar que está a más de 250 km de la colonia de cría más cercana, se pueda dar este problema en un ave pelágica. La explicación se encuentra en el "extraño" recorrido que hacen las pardelas en su ruta migratoria que, en vez de embocar directamente el Estrecho, siguen hacia el sur y cuando se encuentran con la costa africana cambian el rumbo y costean la bahía sur de Ceuta, pasando muy cerca de sus playas. (Foto: Andrés Martínez)


    Este acercamiento a la costa se ve peligrosamente incrementado cuando cae la noche, especialmente cuando llegan los jóvenes del año que, debido a su inexperiencia, se dejan engañar por el potente alumbrado de las ciudades. (Video Miriam Verdú).


    Para evitar los efectos negativos de la contaminación lumínica en las pardelas cenicientas, nuestra asociación solicita todos los años el apagado de las luces de las playas de la bahía sur, y se consigue un apagado parcial de las luces de la playa de la Ribera.



        Sin embargo, la playa del Chorrillo, el puente del paso elevado de Miramar y la calle Independencia (situada encima de la playa de la Ribera) siguen estando demasiado iluminados.

Playa del Chorrillo

Puente de Miramar

Luces de calle Independencia

     Debido a ello, estos lugares han sido los "puntos negros" dónde se han producido la mayoría de los accidentes de este año. La primera pardela apareció el 27 de octubre en la calle Independencia.




    Tras ella, dos más esa misma noche, una en la playa de la Ribera y otra en la del Chorrillo.

Aquí se encontró la segunda pardela accidentada

Aquí está la tercera...


    La mañana siguiente nos llegó esta foto y este vídeo informándonos de una nueva pardela accidentada, que había pasado inadvertida en nuestros recorridos por las playas.




    Con el nuevo rescate del día 28 de octubre (otra vez en la calle Independencia) y una vez comprobado por Miguel Ángel de que todas estaban bien, procedimos a la liberación de las primeras cinco pardelas cenicientas del año (Fotos: Andrés Martínez).







               
    Los siguientes avisos se encontraron en redes sociales, gente que avisaba en grupos de Facebook que había localizado una "gaviota" que no podía volar.


        La noche del 3 de noviembre mientras hacíamos la ronda por la playa de la Ribera avisaron a Andrea de una pardela que había caído en la carretera a la altura de Miramar y hasta allí nos dirigimos para rescatarla. Al final resultó ser un doble rescate, porque nos avisaron de otra en el puente elevado que pasa por encima de la carretera conectando la barriada con la playa.




     La siguiente pardela fue recogida por Ecoservicios (empresa contratada para la retirada de animales de la via pública) en un sitio nada habitual, la Mezquita de Muley El-Mehdi en la Avda. de África, acurrucada debajo de un banco. No solo estaba alejada de la playa, sino a más de 50 metros de altura sobre el nivel del mar.





    Para finalizar, la última pardela de la temporada la trajeron de Obimasa en malas condiciones, por lo que tuvo que pasar tres días en recuperación antes de liberarse el domingo 9 de noviembre. Todas las pardelas recuperadas fueron jóvenes del año, como suele ser habitual.

    Pero estos no han sido los únicos ejemplares recogidos en las playas y calles de Ceuta. Durante los meses del octubre y noviembre el síndrome parético ha afectado a muchas gaviotas patiamarillas. Algunas de ellas se recogieron con vida, con un porcentaje de recuperación en torno al 60%, fruto de un importante esfuerzo en horas de trabajo de nuestras voluntarias pero con un método sencillo: refugio en un lugar tranquilo e hidratación hasta que recuperen la movilidad.  Un dato que debería hacer pensar a las administraciones públicas sobre la necesidad de trabajar más en la solución de este problema, especialmente en las comunidades donde el descenso de la población de esta especie es alarmante. Es incomprensible que una enfermedad que se está llevando tantas aves por delante no haya sido estudiada más a fondo y sigamos aún sin conocer ni siquiera cuál es la causa qué la provoca. ¡Qué mal tratamos a las gaviotas!

    A continuación os ponemos un reportaje gráfico que resume lo ocurrido estos dos meses, comenzando por esta magnífica y dramática imagen tomada por Andrés Martínez, que refleja la débil línea que hay entre la vida y la muerte de esa gaviota: si alguien se apiada de ella, la recoge y le da agua, vive; si se la deja allí abandonada, agoniza y muere de hambre y de sed.









    El caso de los alcatraces es mucho más complicado, una vez que llegan a tierra la sentencia a muerte parece casi segura. Este ejemplar fue rescatado por el servicio de recogida de animales y entregado a nuestro compañero Miguel Ángel para intentar su recuperación. Después de unos dias hospitalizado fue devuelto a Obimasa donde murió poco después.


    Este otro ejemplar adulto ni siquiera tuvo la opción de ser hospitalizado, y murió antes de llegar a la orilla.




    Para terminar con la entrada vamos a despedirnos con dos historias felices, la recuperación de una gaviota sombría y un somormujo lavanco que fueron anillados y liberados con éxito después de su recuperación. ¡Seguimos trabajando!















































lunes, 20 de octubre de 2025

LAS PRIMERAS SALIDAS EN BARCO DE LA TEMPORADA

     Este año hemos empezado antes con las salidas en barco con el objetivo de aprovechar el período en que las pardelas cenicientas se alimentan en las costas de Ceuta antes de iniciar la migración, acompañadas habitualmente de atunes y delfines que ofrecen escenas que se quedan grabadas en la memoria de todos los que vienen a disfrutar del espectáculo. Afortunadamente, en el grupo tenemos unos fotógrafos excelentes que nos van a ayudar a contar lo que hemos vivido. Empezamos con esta foto de Andrés Martínez que captó a estos delfines comunes navegando frente a la playa de la Ribera, situada en el centro de la ciudad.


    La primera salida fue el 27 de septiembre, el mar en calma favoreció la formación de balsas de pardelas por lo que se pudieron sacar buenas fotos, como estas que hizo Joaquín Sánchez.






    Joaquín también pudo captar esta escena de "caza" de un pez volador por una pardela cenicienta.






    En esta foto de Salomé Quiroga podéis ver una balsa de pardelas con el peñón de Gibraltar de fondo, una bonita instantánea del Estrecho.



    Tampoco faltaron ese día los delfines comunes, que no pudieron resistir la atracción de los peces voladores. Vídeos y fotos realizados por nuestra compañera Salomé Quirtoga.






    La segunda salida fue la más variada, con varias especies de aves y la sorpresa de los delfines mulares, que fueron localizados por la agudeza visual de Blanca a unas 4 millas de la costa. Sin duda, mereció la pena salir de la ruta habitual. Andrés Martínez y José Manuel Díez consiguieron captar uno de los saltos más espectaculares.



    También se observaron delfines comunes, atunes y un extraño pez luna, que no sabemos si será Mola mola o es otra especie. Foto José Manuel Díez.


   Además de las pardelas cenicientas y charranes patinegros, también se pudieron observar charrán bengalí y págalo grande. Fotos Joaquín Sánchez.



    Una de las curiosidades que hemos venido observando durante estas jornadas en las que las pardelas están disfrutando del buen tiempo y de la abundante comida es que se dan baños sumergiéndose en el agua para después sacudirse las plumas, algo así como lo que hacen las gaviotas en la orilla. José Manuel captó con su cámara este bonito momento.




    La segunda semana de octubre se presentó con tiempo inestable, por lo que se planificaron dos días de salida por si alguno fallaba y al final se pudieron hacer las dos.

    El jueves 9 de octubre el poniente amenazaba con estropear la jornada, de hecho, las dos primeras horas fueron bastante incómodas, limitándonos a navegar por la bahía sur sin asomar mucho la proa a punta Almina. A pesar de ello no faltaban las pardelas cenicientas y los charranes bengalíes y patinegros, pero el viento no dejaba hacer buenas fotos. Sin embargo, cuando ya poníamos rumbo al foso de San Felipe observamos un importante barullo a escasos metros de la costa, entre Fuentecaballos y la Peña. Al acercarnos pudimos comprobar como gaviotas, pardelas y delfines se estaban montando un festín a 20 metros de la orilla, como se puede ver en es vídeo testimonial, porque nos pilló un poco lejos y a contraluz, pero que permite comprobar lo cerca que estaban los delfines y las pardelas de tierra firme.


    Cuando ya terminaron de comer, los delfines volvieron a coger rumbo mar adentro y fue cuando nos encontramos con toda la manada navegando al lado de nuestra embarcación. Aquí podéis ver algunas fotos de Andrés Martínez y este enlace a un vídeo de Youtube.






    En lo que respecta a las aves, Félix Fernández pudo fotografiar nuevas especies que no se habían visto en salidas anteriores.

Fumarel común

Gaviota cabecinegra

Charrán común

    Tampoco faltaron los charranes patinegros y bengalíes, los primeros ya están llegando para pasar el invierno mientras los segundos pasando sus últimos días en el Mediterráneo.



    Otra de las escenas habituales de estas fechas es ver a las jóvenes patiamarillas intentando robar la pesca a las pardelas cenicientas y muchas de ellas lo consiguen. Fotos Félix Fernández.




    La última salida de la primera quincena la hicimos con un tiempo ideal, un levante flojito que permitió dar una vuelta por la bahía norte y adentrarnos un poco más en el estrecho de Gibraltar. Allí nos encontramos con una pequeña familia de delfines, sin embargo, no había nada especial en cuanto a aves. De vuelta a la costa los protagonistas fueron los atunes, que saltaban por todos lados a bastante distancia del barco. A pesar de ello, Andrés Martínez pudo captar alguno de los lances.



    Poco a poco fuimos navegando hacia la bahía sur que se encontraba llena de pequeños peces por todas partes. Aunque esto pueda parecer una ventaja, al haber tanta disponibilidad de alimento las pardelas estaban muy dispersas y no se llegó a formar ninguna de las escenas que tanto nos gustan, con ataques por el mar de delfines y atunes y desde el aire por parte de las aves marinas. A la vista de este panorama nos situamos frente a la playa del Sarchal intentando dejar el sol a nuestra espalda, esperando que las pardelas se acercarán a nuestra posición. Allí se consiguieron buenas fotos de pardelas cenicientas mediterráneas, alguno de los escasos alcatraces que todavía han llegado a la zona y charranes patinegros. Fotos Joaquín Sánchez.





    
    De vuelta a puerto allí nos esperaba la misma garza real de todos los días, un ejemplar invernante que en esta ocasión fue fotografiada por Andrés Martínez.



    Con esta salida terminamos la primera quincena de octubre con un balance muy positivo. Después de un pequeño parón por el levante volveremos al tajo en fin de semana del 25-26 de octubre, previsiblemente con el flujo migratorio ya activo. En una próxima entrada os contaremos las novedades.