El primer lugar que vistamos fue la Plaza de la iglesia en Los Barrios, para ver los Cernícalos Primilla (Falco naumanni) que allí anidan. Aquí veis a Miguel Angel, Andrea, José Antonio y Joaquín preparados para iniciar la jornada.
Todavía poco activas, las primillas volaban fugazmente por encima de nuestras cabezas, y debido a la poca luz, solo se pudo leer una anilla (la única del día): Negro 328 es un joven anillado en caja nido el 14/06/2016 y que ya controló José Antonio el 14/07/2016. Sin embargo, el ejemplar con anilla verde, un bonito macho adulto, sigue sin poderse leer su anilla.
Después de un rato decidimos dirigirnos al observatorio de Cazalla, nuestro principal objetivo del día. Cuando llegamos nos llevamos una pequeña desilusión. La calma aparente de Algeciras y Los Barrios se convertía en temporal de levante nada más acercarse a Tarifa. Aunque había paso constante, los trípodes se cimbreaban y los telescopios corrían peligro de irse al suelo, por lo que la observación era muy complicada. Lo más destacado del rato que estuvimos allí fue la presencia de más de una veintena de alimoches que se dejaron ver a una distancia razonable para que pudiéramos disfrutar de su vuelo contra el viento, aunque no pudimos fotografiarlos. En la foto, Andrea en primer plano y al fondo me veis saludando a Alejandro Onrubia.
Buscando un lugar más calmado, decidimos trasladarnos al observatorio de Algarrobo, más cercano a Algeciras. Allí apenas daba el viento y, a pesar del cielo nublado, el calor apretaba bastante.
Aunque en Algarrobo el campo de visión es más reducido y el monte suele estar coronado por nubes, fueron muchas las Culebreras (Circaetus gallicus), las Aguilillas calzadas (Hieraaetus pennatus), los Buitres leonados (Gyps fulvus) y los Abejarucos (Meros apiaster) que pasaron por delante de nuestros telescopios.
Aguililla calzada (Hieraaetus pennatus)
Culebrera europea (Circaetus gallicus)
Llegada la hora de comer, decidimos que podíamos hacerlo camino de la Janda, así que por recomendación de José Antonio paramos en Facinas, en el Ventorrillo de El Nene, donde nos pusimos las botas con unos platos enormes que no pudimos terminar.
A la salida del mesón unos caballos estaban al lado del coche, circunstancia que aprovecharon Andrea y Joaquín para hacerse con ellos unas fotos.
Después vino la parte más entretenida del día, nuestro recorrido por la Janda. Allí, entre los verdes arrozales mecidos por el viento, disfrutamos de cientos de Cigüeñas blancas (Ciconia ciconia) y Moritos (Plegadis falcinellus). además de otras aves acuáticas.
Entre las rapaces vimos Aguiluchos cenizos (Circus pygargus) y laguneros (Circus aeroginosus), varios Abejeros (Pernis apivorus) exhaustos que apenas se alejaban unos metros a nuestro paso, una Culebrera (Circaetus gallicus) que a la que tampoco le sobraban muchas fuerzas, y un Aguila Pescadora (Pandion haliaetus) que pasó muy alta con una presa en sus garras.
También nos encontramos con muchos abejarucos y golondrinas.
Para terminar en la Janda, nos encontramos con una zona inundada pero de vegetación menos espesa que albergaba multitud de Gaviotas, Moritos y cuatro Espátulas (Platalea leucorodia).
De vuelta a Tarifa, paramos en el observatorio de Santuario donde empezamos viendo Buitres y Alimoches, para terminar comprobando como, a las ocho de la tarde, miles de aves cogían altura sobre la Playa de los Lances para adentrarse en el Estrecho de Gibraltar.
Para finalizar el día, de camino al Puerto de Algeciras nos detuvimos en el observatorio de Punta Camorro, donde comprobamos que el viento allí seguía siendo fortísimo. Sin opción a otra cosa, nos hicimos este selfie para despedir la jornada.
Aunque nosotros disfrutamos más de la Janda que de la migración en Tarifa, a la mañana siguiente José Antonio nos mandó los resultados de los conteos realizados por Migres y el resultado fue expectacular.