sábado, 27 de julio de 2013

¡Nos hemos quedado solos!

   Ayer se fue la última gaviota que quedaba en la Estación de Anillamiento. ¡Nos hemos quedado solos! Después de un par de meses pendientes de subir todos los días para ver como evolucionaban los pollos que allí estaban, contabilizar los que quedaban y comprobar los que habían decidido marcharse, dar viajes a Obimasa para recoger los volantones que ellos retiraban del centro de la ciudad y llevar todos los días comida para que sobrevivieran las que decidían quedarse allí, hoy ya no queda ninguna.

    Debo reconocer que, cuando cerré el candado de la puerta, una extraña sensación se apoderó de mí. Por un lado, alivio, ya que por fin podíamos descansar y dedicarnos a otras actividades; pero, por otro, me invadió la tristeza de quien había perdido algo...

    A partir de ahora tendremos que cambiar el chip, y dedicarnos a patear las playas en buscas de nuestras amigas, esperando que sean muchas las que consigan llegar a la edad adulta y nos proporcionen un buen puñado de datos, con los que contestar los interrogantes que nos habíamos planteado cuando iniciamos este proyecto.

    Entre las novedades de los últimos días, solo una noticia y, además, negativa. Hemos tenido otra baja, N:1TT, que también ha muerto atropellada en Calamocarro. ¡Maldita carretera que se interpone entre la Estación de Anillamiento y la playa! Tan concurrida como se encuentra en estas fechas, está siendo un grave problema para la emancipación de nuestros pollos.




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