miércoles, 23 de octubre de 2013

Érase una vez...

... Un hombre al que le gustaban los animales. Siempre había estado rodeado de ellos, y en su casa tenía perros, gallinas, canarios y palomas. Un día, un vecino le hizo una propuesta inesperada:

    - Tengo tres pollos de gaviota, los he cogido de un nido que han quitado de casa de Juan, ¿quieres quedártelos tú?
 
    Después de unos segundos confundido por la extraña oferta, contestó decidido:

    - Dámelos, yo los criaré en mi casa.

    Y así comenzó esta historia...

    Al principio los pollos eran muy pequeños, y el hombre los tenía arropados en una canasta, que sustituía al destruido nido. Poco a poco fueron creciendo, y con ellos la confianza que tenían en su benefactor, tanto que comían de su mano como si de gallinas domésticas se tratara. Pasaban las semanas, y las jóvenes gaviotas empezaron a realizar sus primeros vuelos, visitando los acantilados cercanos a la casa. Pero bastaba un silbido, y los pollos ya sabían que tenían la mesa preparada, acudiendo raudos a disfrutar de los manjares que el hombre les preparaba.

    Un día el hombre se encontró con Miguel Angel, el veterinario, y le contó la historia de sus tres mascotas. Este le propuso anillarlas, de esta manera podría localizarlas e identificarlas de las demás gaviotas, y así saber si estaban vivas y por donde se movían. Al hombre le pareció una gran idea, e invitó a Miguel Ángel a su casa para que lo hiciera. Consiguieron capturar una cada uno, pero la otra, viendo que aquello no era muy normal, se marchó al tejado de al lado esperando recelosa lo que sucedía con sus hermanas. A la primera Miguel Angel le puso la anilla N:1UU, y a la segunda N:1UX, y a partir de ahora a ellas podrían tenerlas controladas para siempre.

    Pero pronto las gaviotas crecieron tanto que decidieron que ya no tendrían que volver a casa a comer. El hombre entristeció mucho, tanto que llegó a pensar en lo peor, creyendo que UU, UX y su hermana habrían sido víctimas de alguna adulta agresiva con la que habrían peleado, o tal vez alguien podría haberlas atropellado en la carretera que separaba la casa de la costa. Cuando ya pensaba que no volvería a saber más de sus pequeñas, un día recibió un mensaje del veterinario: "UX ha sido vista el 17 de octubre de 2013 en las Marismas del Odiel (Huelva). Dice que se encuentra muy bien, que no te preocupes. Algún día volverá, pero ahora necesita ver mundo y coger experiencia, disfrutar un poco de la vida antes de buscar pareja y criar a sus propios pollos como tú le enseñaste. Para que no te preocupes nos ha mandado una postal".

   Y colorín colorado, esta historia.... ¡Acaba de empezar!

   (Esta es la postal que envío UX)


N:1UX - 17/10/2013
   


1 comentario:

  1. Preciosa historia y estupendo control. Ya van dos, curiosamente uno en la costa mediterránea y otro en la atlántica.

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