Una vez superados los tediosos trámites en la frontera, cuando apenas habíamos recorrido cinco kilómetros, se nos cruzó por la carretera el Cuervo Pío (y digo "el" porque suponemos que es el mismo que se ve por Ceuta habitualmente). Nuestro primer destino fue el Barrage Smir, un embalse grande pero reducido en su extensión por la sequía. En sus alrededores se dejaron ver, entre otros, Trigueros, Cogujadas, Tarabillas común y norteña, dos parejas de Alcaudón meridional (Lanius meridionalis algeriensis) y se escuchó un Chagra del Senegal, el cantante invisible tan difícil de observar. Aquí empezó la excelente labor de José Antonio, que es el encargado de hacer las fotos para la Guía.
Alcaudón meridional - Lanius meridionalis algeriensis
Cogujada común - Galerida cristata
Después de un alto en el camino para desayunar en Rincón de M'Diq, nos dirigimos a la desembocadura del Río Salado donde observamos algunas anátidas, Gaviotas reidoras y de Audouin, Flamencos y varias limícolas.
Chorlitejo grande - Charadius hiaticula
Chorlitejo patinegro - Charadius alexandrinus
Correlimos tridáctilo - Calidris alba
La siguiente parada fue en la deprimente y, a la vez, impresionante Laguna de Smir, un lugar que tiene figura de protección (SIBE y Reserva de la Biosfera) pero que, sin embargo, está acosado por las urbanizaciones de lujo de la clase pudiente y los escombros y basuras que allí abandonan los habitantes pobres de las zonas colindantes. En estas fotos podéis comprobar el estado de esta laguna. ¡LAMENTABLE!
A pesar de todo, allí pudimos observar cientos de Fochas cornudas y algunas comunes, varias clases de anátidas entre las que abundaban las Cercetas comunes, Archibebes, bandos de Moritos, limícolas y Flamencos, uno de ellos anillado en Francia.
Focha cornuda - Fulica cristata
Morito común - Plegadis falcinellus
Cerceta común - Anas creca
Flamenco común - Phoenicopterus roseus - KPAA
Andarríos bastardo - Tringa glareola
Chorlitejo chico - Charadius dubius
Después de Smir nos dirigimos hasta Tetuán para hacer una parada técnica, comer algo y tomarnos un té moruno (el segundo del día), para después dirigirnos hacia la vertiente atlántica a través de una carretera sinuosa pero ancha y cómoda de conducir, que abandonamos para visitar el enorme embalse 9 de abril. Esta enorme masa de agua estaba en un precioso valle rodeado de verdes montes, pero donde las aves brillaban por su ausencia.
Embalse 9 de abril
Pero nada más atravesar el Pantano la cosa se volvió a animar. Mientras íbamos por la carretera a baja velocidad se nos "levantó" un Chagra del Senegal. Pese a que lo vimos esconderse en un eucalipto nuestra búsqueda fue inútil, y la escurridiza ave se camufló tan bien como suelen hacerlo las de su especie para dejarnos con la miel en los labios. Para aprovechar la parada Juan Canto nos hizo una foto de grupo.
En la siguiente parada los protagonistas fueron una pareja de Mochuelos (Athene noctua glaux), que dormitaban confiados encima de un muro de piedra, lejos de la carretera. Ya cayendo la tarde, continuamos bajando hasta que nos encontramos con una llanura encharcada donde hicimos la última parada de la jornada. La poca luz no permitió hacer buenas fotos, pero allí volvimos a ver otra pareja de Mochuelos, Fochas, Avefrías, Espátulas y una pareja de Zampullín cuellinegro, entre otros.
Mochuelo común - Athene noctua glaux
Espátula común - Platalea leucorodia
Con las últimas luces del día partimos hacia Assilah, ciudad donde teníamos previsto pasar la noche, cenamos bien en Casa Pepe (incluso pudimos tomar vino) y pudimos descansar en un amplio, cómodo y limpio apartamento que alquilamos en Residencial Assilah Marina Golf, por un precio bastante económico.
A la mañana siguiente, nos tocaba recorrer la franja costera que va desde Assilah hasta la desembocadura del Tahadart y su zona de marismas. A pesar de salir temprano, las playas ya estaban ocupadas por perros, algunos deportistas y muchos pescadores, por lo que no eran muchas las gaviotas que se sedimentaban. En la primera parada, desde lo alto de un monte, pudimos observar la desembocadura de un río y un Halcón (que dimos por peregrino) posado en la misma orilla de la playa, a casi 1 kilómetro de nuestra posición. Continuamos buscando una zona donde se pudiera llegar hasta la playa, y así encontramos la Plage Cité Bleue en la que había una pequeña zona inundada con muchas limícolas. La novedad sobre otros humedales fue la importante concentración de Chorlito dorado, calculamos medio centenar de ejemplares.
Chorlito dorado - Pluvialis apricaria
Buscando a los Chorlitos nos encontramos también con un importante grupo de Alcaravanes, que quedaron retratados también en el objetivo de José Antonio.
Alcaraván - Burhinus oedicnemus
Mientras José Antonio hacía las fotos, en la playa observamos algunas Pardelas cencientas, Ostreros, Alcatraces, Gaviotas y un Alca orillada.
Alca común - Alca torda
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Continuamos por la costa hasta llegar a las Marismas de Tahadart, aunque allí solo nos encontramos con un par de Archibebes comunes y algunos chorlitejos.
Algo más de suerte tuvimos en la playa donde desemboca el río Tahadart, en la que observamos a lo lejos un grupito de gaviotas entre las que había alguna anillada. Por desgracia estaban a mucha distancia y mientras nos acercábamos un grupo de niños las espantaron, y nos tuvimos que conformar con estas fotos que consiguió José Antonio.
Pagaza pirquirroja - Hidropogne caspia
Gaviota picofina - Larus genei
Charrán patinegro - Thalasseus sandvicensis
De los ejemplares anillados, José Antonio pudo capturar en vuelo esta Gaviota de Audouin, que parece tener una anilla blanca con tres dígitos negros, pero que no nos atrevemos a confirmar la lectura.
Gaviota de Audouin - Ichthyaetus audouinii
También pudimos observar esta Gaviota de Audouin con una anilla amarilla. Informados por Antonio Gutiérrez nos dirigimos a Pep Arcos que nos confirmó que esta ejemplar pertenece a un proyecto del año 2011, donde se equiparon a varias Gaviotas de Audouin con GPS en el Delta del Ebro. No se puede obtener más información de individuos concretos, ya que el proyecto no incluía anillas de lecutra a distancia.
La última parada del recorrido, siguiendo las intrucciones del artículo de Rachid El Khamlichi en el número 3 de Cazalla, revista del Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra, estaba en una zona donde había una urbanización en construcción. Cuando llegamos nos encontramos con gran cantidad de viviendas construidas y unos alrededores llenos de escombros que no hacían presagiar nada bueno.
A pesar de todo, y en contra de toda lógica, nos encontramos con un humedal con más de un centenar de Chorlitos dorados, Patos cuchara, Patos colorados, Flamencos, Fochas, Cogujadas, etc. Enorme la batalla que las aves están manteniendo en Marruecos, donde "el ladrillo" está ganando cada vez más terreno y acaba con estos humedales llenos de vida. La verdad es que los españoles tampoco podemos echarles mucho en cara, Marruecos está ahora como España en los años 70, donde el boom inmobiliario se encargó de destrozar todos los espacios naturales que se encontraban cerca de los pueblos y ciudades costeras, y ahora ellos están haciendo lo mismo que nosotros hicimos hace 50 años. Moralmente no les podemos reprochar nada, pero es una lástima ver como desaparecen estos lugares tan llenos de vida.
Cogujada montesina - Galerida theklae
Con esta visita dimos por terminada la jornada pajarera, en total fueron 81 especies diferentes las observadas en estos dos intensos días. Para terminar, nos dirigimos a la autopista intentando comer lo más cerca de Ceuta para evitar luego colas en la frontera. Al final terminamos parando en el cruce de Dalia, donde dimos buena cuenta de unos calamares a la plancha, voraces, gambas y almejas de carril, todo a un precio bastante razonable, aunque esta vez tuvimos que acompañar la comida con agua y refrescos de manzana....
Pero antes de volver a Ceuta, hicimos una llamada a Rachid para preguntarle si podíamos visitar el nuevo alojamiento rural que ha empezado a gestionar. Permitidme que haga un poco de publicidad a mi amigo Rachid. y a su expectacular complejo turístico, el Jbel Moussa Lodge. Situado a unos 15 km de Ceuta, y a 8 del Puerto Tanger Med, no creo que haya un alojamiento mejor situado para disfrutar de la migración en el Estrecho de Gibraltar. Además, los apartamentos están excelentemente amueblados y bien equipados. Un lujo para los amantes de la ornitología que esperemos se convierta en un complejo de referencia para los amantes de la migración. A continuación os dejo unas fotos del Complejo y del interior de los apartamentos.
Entrada desde la Carretera.
Patio posterior
Vistas hacia el Estrecho
Vistas hacia el Jbel Moussa
Dormitorio 1
Dormitorio 2
Baño
Salón
Por último, para finalizar el viaje la tradicional foto de grupo, en la que estamos, de izquierda a derecha: Rachid El Khamlichi, Miguel Angel Guirado, Joaquín López, Andrea Guirado, José Antonio Lapeña, Pepe Navarrete, Antonia Parrado y Juan Cantos.
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