Gaviotas y Pardelas: CONGRESO DE ANILLAMIENTO CIENTÍFICO

Son tantas las emociones que vivimos el fin de semana pasado en el XIX Congreso de Anillamiento Científico de Aves en Ceuta, que es difícil saber por donde empezar. Después de la dura vuelta a la realidad, ocupado al 100% con los quehaceres cotidianos, he tenido que esperar al nuevo fin de semana para tener tiempo de ordenar ideas, seleccionar fotos y dar a conocer al mundo todo lo que aquí ha sucedido. Después de pensarlo un poco, he decidido que sería bueno empezar por... ¡El final! Y contaros ya los excelentes momentos que hemos disfrutado en las excursiones del último día.

Aunque algunos compañeros decidieron irse directamente a anillar, eso de montarse en un barco no iba mucho con ellos, la mayoría de los "sobrevivientes" al último día Congreso optaron por seguir el programa completo, que incluía una salida de hora y media en el barco turístico "El Desnarigado".

Cargados de ilusión y con un punto de incertidumbre, los visitantes por saber si iban a aguantar sin marearse, y nosotros los organizadores, ante la probabilidad de que no hubiera pardelas, pusimos rumbo al foso de San Felipe y arribamos a la Bahía Sur.

Pronto descubrimos que el día iba a ser muy entretenido, ya que grandes bandos de Pardelas Cencientas (Calonectris diomedea), se divisaban en el horizonte.

En pocos minutos ya estábamos dentro de esa nube de pardelas, que competían frenéticamente con los delfines intentando capturar "cigarrones", nombre utilizado en Ceuta para denominar a los inmaduros del Pez Volador. El expectáculo sorprendió tanto a los visitantes como a nosotros mismos, ya que la mayoría no habíamos podido contemplar esta escena tan de cerca.

Tan cerca pasaban las pardelas, que saqué el móvil e hice esta foto para mandarla por whatsapp a los compañeros que estaban anillando.

Cuando sobrepasamos la Punta del Desnarigado, nos sorprendió ver como las pardelas pescaban a escasos metros de las rocas.

Nos dirigimos a los Isleros de Santa Catalina, y las seguíamos teniendo a nuestro alrededor, ¡Decidieron no abandonarnos durante todo el camino! Aprovechando que el viaje estaba en su parte final, decidimos hacernos unas fotos para el recuerdo.

Andrés, por una vez, se le ve en una foto

Miguel Angel, Andrea y yo

Las caras de satisfacción eran evidentes

Con la misión cumplida, nos dirigimos a la Estación Ornitológica de Punta Blanca para seguir con la jornada. Los que allí estaban nos recibieron con los brazos abiertos, habían conseguido más de 150 capturas y habían visto prácticamente todos las especies esperadas: Bulbul Naranjero (Pycnonotus barbatus), Herrerillo Canario (Cyanistes teneriffae ultramarinus), Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs africana) y alguna especie poco común como el Gorrión Moruno (Passer hisponiolensis). Faltó el Chagra del Senegal (Tchagra senegalus), pero eso hubiera requerido más tiempo para haber visitado el Arroyo de Calamocarro cosa que no se pudo hacer. Algunas fotos de la jornada del anillamiento.

La última etapa de la "excursión" consistía en subir al Monte de la Tortuga para intentar ver al Busardo Moro (Buteo rufinus) y algún ave planeadora, aunque allí solo pudimos disfrutar de las expectaculares vistas del estrecho y del Jbel Mussa. A pesar de ello, cuando la jornada ya tocaba a su fin y nos dirigíamos hacia el puerto, conseguimos ver fugazmente al Busardo Moro desde el autocar ¡otro objetivo cumplido!