Enseguida comprobamos que había un importante flujo de Pardelas Cenicientas (Calonectris diomedea) en migración por el horizonte, y entre ellas había una Pardela Balear (Puffinus mauretanicus) pero todavía se encontraban un poco lejos, más que en ocasiones anteriores. Para ponernos a su altura, tuvimos que navegar un buen tramo por fuera de la Almadraba, hasta que, una vez alcanzado el flujo principal, tomamos rumbo hacia la Punta del Desnarigado mientras las pardelas nos escoltaban pasando a babor y estribor. A pesar del incesante vaivén de la embarcación, provocado por el oleaje de levante, Joaquín Sánchez, de www.avesdeceuta.com , captó con su objetivo toda la belleza del vuelo de la Pardela Cenicienta (Calonectris diomedea).
De repente, las pardelas empezaron a concentrarse en un punto lejano y junto a ellas saltaban varios ejemplares de Delfin Común (Delphinus delphis), ¡otra vez festín de "cigarrones" (alevines de Pez Volador)! Pusimos rumbo a la concentración y conseguimos disfrutar otro día más del maravilloso expectáculo de caza conjunta entre Pardelas Cenicientas, Gaviotas Patiamarillas y Delfines Comunes.
Siguiendo al grupo en su persecución a los peces voladores, los delfines decidieron abrirnos paso navegando justo debajo de nuestra proa. Esto fue aprovechado por Quino Sánchez (¡otro Joaquín Sánchez! ¡Qué curioso!) para hacer estas preciosas fotos.
Cuando estábamos a unas tres millas, el patrón del barco nos comunicó que teníamos que acercarnos más a tierra, ya que no tenían permiso para navegar a tanta distancia, y tuvimos que alejarnos del gran grupo. A pesar de todo, seguíamos viendo a una distancia razonable los grupos de pardelas, y entre ellas aparecían también algunos Alcatraces.
Antes de partir rumbo al punto de atraque, dimos una vuelta por la Piedra del Pineo para ver de cerca un grupo de Cormoranes que intentaban secar sus plumas a pesar de la ausencia de sol. Recelosos y huidizos, en cuanto estuvimos cerca salieron volando, aunque los "Joaquines" tuvieron tiempo de sacar alguna instantánea.
Y con esto dimos por terminado el paseo, poniendo por fin rumbo a puerto. De camino al foso nos cruzamos con este velero francés fondeado frente a la Playa de la Ribera, se ve que sus tripulantes han decidido hacer un alto en el camino para disfrutar de nuestra ciudad porque llevan allí varios días.
Para despedirme, os dejo un enlace al video realizado por Carlos Coronado, en el que se puede apreciar claramente lo cerca que estábamos de las pardelas y de los delfines, pero también el movimiento que tenía el barco, lo que da más mérito a las fotografías realizadas por mis tocayos Joaquín y Quino Sánchez.
Excelente relato de un día bien empleado!
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