Hace tiempo que no le dedicaba una entrada a la RAM (Red de observación de Aves y Mamíferos marinos), pero en esta ocasión me ha parecido interesante contaros los cambios que se están observando en la distribución de algunas especies.
Un año más (¡y ya van dieciocho!), hemos conseguido realizar las doce jornadas, aunque para ello hayamos tenido que modificar algunas de las fechas oficiales y se han realizado, como dicen las normas, en la fecha más cercana posible. En el año del 30 aniversario de nuestra asociación, la Sociedad de Estudios Ornitológicos de Ceuta, hemos tenido tantos eventos y actividades que ha sido difícil cuadrar la agenda. Lo importante, al final, es que el trabajo ha salido adelante.
Los resultados confirman una tendencia que se ha empezado a observar en las últimas temporadas: el descenso de aves invernantes. Los números de muchas especies son los mínimos de la serie histórica, mientras que toma protagonismo una especie menos común cuando se inició el proyecto: la gaviota de Audouin. A continuación, os pongo la tabla con las observaciones en aves/hora de cada mes este año y su comparativa con la serie histórica, y después analizados más detalladamente los resultados.
Como podéis comprobar, en los meses de diciembre, enero y febrero se han producido un descenso de casi el 80% del número de aves observadas con respecto a la media de la serie histórica de ese periodo. Los meses
con mayor número de aves están asociados, como es habitual, al periodo
migratorio. El primero, con mucha diferencia, es noviembre con 1.074 aves/hora, seguido
por octubre 263 aves/hora y marzo con 215 aves/hora, Estos meses destacan por
ser en los que ha habido más observaciones de pardela cenicienta (Calonectris
diomedea).
Históricamente, los meses con mayor número de especies observadas siempre habían sido los invernales, sin embargo, en 2024 fueron marzo con 12 y abril con 10. En diciembre y enero este año sólo se observaron 9 especies y en febrero 8.
La especie más numerosa es la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), pero esta vez "sólo" con 4.851 ejemplares. Los máximos conteos se obtuvieron en noviembre con 1.037 aves/hora y, en octubre con 243 aves/hora. Este año no se han observado ejemplares en diciembre. Estos conteos pueden haber estado condicionados por el retraso en la celebración del día RAM, que ha podido favorecer al mes de octubre (día 14, retrasado por coincidir con el día de las aves) pero que ha podido perjudicar al de noviembre (día 9, por coincidir con festividad local que se celebra en la zona del observatorio) y diciembre (día 14, cambiado por la organización por coincidir con el puente de la Constitución).
Pardela cenicienta (Calonectris diomedea)
Para el resto de especies habituales, los descensos han sido tan importantes que han supuesto mínimos históricos para pardela balear, alcatraz atlántico y gaviota reidora.
De alcatraz
atlántico (Morus bassanus) se han
observado 218 ejemplares, coincidiendo las mayores cifras durante la migración,
18 aves/hora en marzo y 14 en noviembre. Todos los meses del año ha estado por
debajo de la media de la serie histórica.
Alcatraz atlántico (Morus bassanus)
Bajada también drástica para la pardela balear (Puffinus mauretanicus), con un total de 34 ejemplares. Los conteos máximos fueron en junio y noviembre con 5 aves/hora, todos los meses por debajo de la media de la serie histórica.
En cuanto al charrán patinegro (Thalasseus sandwicensis), también tiene números muy bajos, pero, al menos, sube ligerísimamente con respecto al año anterior, con 147 ejemplares. Los números máximos fueron en noviembre con 16 aves/hora y diciembre con 10 aves/hora. Sólo en el mes de noviembre supera la media de la serie histórica.
Charrán patinegro (Thalasseus sandvicencis)
Sin embargo,
una situación completamente distinta está sucediendo con la gaviota de Auduoin (Ihcthyaetus
audouinii), que ha pasado de ser un ave escasa en Ceuta a principios de
siglo XXI, a ser común durante la reproducción y los periodos migratorios e
invernante escasa, pudiéndose ver en Ceuta durante todos los meses del año. En
números absolutos ha sido la segunda especie más observada, con 277 ejemplares,
y máximos en junio con 89 aves/hora, correspondientes con movimientos de
entrada y salida de la colonia cercana coincidiendo posiblemente con la llegada
de los miembros de las parejas que venían con la pesca de la noche y que eran
relevados en la búsqueda de alimento por los progenitores que se habían quedado
a cargo de los pollos.
En cuanto a las otras especies, en esta ocasión sólo mantienen sus números vuelvepiedras y cormorán grande, el resto destaca por su “no presencia”: la observación de 3 págalos grandes y 4 alcas en abril y 2 alcas más en diciembre, es el triste balance de los álcidos y los págalos. 6 gaviotas cabecinegras, 5 gaviotas sombrías, 3 andarríos chicos, 1 ostrero euroasiático y 1 chorlitejo grande es todo lo observado del resto de gaviotas y limícolas. La cita más destacable es la de 2 cormoranes moñudos en el mes de septiembre, una especie escasa en Ceuta.
En total han sido 20 especies
observadas, si incluimos otras aves acuáticas que se ven casi todos los años
durante las jornadas de observación; zarapito trinador, garceta grande, garza real y morito común.
Para que este proyecto siga funcionando 18 años después es necesaria la participación de muchas personas. En 2024 hemos contado con una larga lista de colaboradores para poder sacar el trabajo adelante. Felicitamos a Salomé Quiroga, Concha Bernet, Hanan Salah, Alejandro Sanz, Joaquín López Castillo, Natalia Rodríguez, Suhaila Hamed, Ibrahím Abdeselam, Félix Fernández, Andrés Martínez, Mila Martínez, Blanca Valero, José Gracia, Tomás Partida, José Navarrete, Andrea Guirado, Clara Benhamú, Miriam Verdú, José Manuel Pérez, José Manuel Sánchez, José Manuel Díez, Natalia Ortega, Miguel Angel Guirado y a mí mismo por haber conseguido sacar el trabajo adelante.
Para finalizar la entrada y despedirnos de este brillante año 2024, os dejamos el enlace a un bonito reportaje que el diario El Faro de Ceuta ha hecho sobre nuestras actividades de investigación, un bonito homenaje en nuestro 30 aniversario. ¡Volveremos el año que viene con muchas más aventuras!
En la piel: tras el rastro de las aves
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