domingo, 8 de mayo de 2016

¿UNA GAVIOTA TONTA?

  El sábado 30 de abril una amiga se puso en contacto conmigo para preguntarme a quien podía llamar para que sacaran una gaviota que se le había colado en un hueco de una estrecha terraza. Lógicamente, no hay ninguna administración pública que se dedique a hacer esas cosas en fin de semana, así que llamé a Andrés y nos dirigimos a su casa para hacerle el favor y, de paso, aprovechar para anillar una gaviota adulta.


  Nada más ser liberada, se dirigió al tejado de la casa de enfrente donde la esperaba otro ejemplar adulto.

N:4NA con su compañera

  La sorpresa saltó 5 días después, cuando el jueves por la noche me volvió a llamar diciéndome: "¡La tonta de la gaviota ha vuelto a caer! Sé que es la misma porque lleva las anillas que les pusiste".  Como los dos trabajamos por la mañana, hubo que esperar a la tarde del viernes para la nueva "operación rescate".


  Cuando la liberé volvió a dirigirse al tejado de la casa de enfrente, pero esta vez no la esperaba sólo su pareja, ¡Dos pequeños pollos hambrientos salieron a su encuentro!





  Suponemos que la insistencia de andar por esta estrecha terraza está justificada por la presencia de nidos de vencejos en ese lugar, y tal vez haya quedado atrapada después de intentar cazar algún ejemplar de los que por allí se mueven. Esperemos que, a partir de ahora, nuestra amiga tenga más habilidad para evitar estas "terrazas trampa", pues sus polluelos necesitan de su aportación para salir adelante.




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