martes, 13 de diciembre de 2016

SIDI BOUGHABA

  El sábado 10 de diciembre nos levantamos muy temprano para recorrer los casi 300 km que nos separaban de Sidi Boughaba, un lago de más de 5 km de largo y entre 100 y 350 metros de ancho que se encuentra separado del mar por una alta duna.  Espacio protegido, calificado como Reserva de la Biodiversidad por la Convención RAMSAR, está situado en la costa atlántica de Marruecos, cerca de la ciudad de Kenitra. Allí estuvimos (de izquierda a derecha en la foto) Yassin Mohamed, Joaquín López, Andrea Guirado, Miguel Angel Guirado, Pepe Navarrete y Antonia Parrado.




  
  Por los alrededores del lago, antes de llegar al parking, nos encontramos ya con las primeras observaciones interesantes, un Elanio común (Elanus caeruleus) y cuatro Urracas de la subespecie africana (Pica pica mauretanica). En esta entrada la mayoría de las fotos son mías, así que no tienen la calidad de otras ocasiones... (jejeje).





   Una vez en el lago, fueron muchas las especies observadas, entre las más abundantes estaban el Cormorán grande (Phalacrocorax carbo), la Garceta común (Egretta garzetta) y el Pato cuchara (Anas clipeata).








 En menor número, se observaron también Garceta grande (Ardea alba), Garza real (Ardea cinerea), Garcilla bueyera (Bubulcus ibis), Ánade friso (Anas strepera), Ánade real (Anas platyrhynchos), Porrón común (Aythya ferina), Pato colorado (Netta rufina), Zampullín chico (Tachybaptus ruficollis), Somormujo Lavanco (Podiceps cristatus), Focha común (Fulica atra), Focha moruna (Fulica cristata), Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), Águila pescadora (Pandion haliaetus), etc.






 Pero, sin duda, la "joya" de Sidi Boughaba es la Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), una de las anátidas más escasas, cuya población se encuentra muy amenazada por la degradación y desecación de los humedales. Su situación es tan crítica que se cita como "en peligro de extinción" en el Catálogo Nacional de Especies amenazadas. Después de más de una hora conseguimos localizar tres ejemplares camuflados entre los Patos cuchara.


 





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  La otra especie destacada fue la Malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala), otra anátida escasa catalogada también "en peligro de extinción". En este caso contabilizamos más de una docena de ejemplares en un par de grupos.








  Satisfechos con las observaciones realizadas, nos fuimos a reponer fuerzas a un Restaurante que nos recomendaron en la playa de Medhia, la población más cercana al lago. Buen ambiente en una terraza con vistas al mar y pescado fresco a precios muy razonables. ¡Lo único malo es que no había cerveza!




  Después de comer pensábamos seguir pajareando, pero unos colegas franceses que habíamos conocido en el Parque nos pidieron venir con nosotros en nuestros coches, ya que ellos estaban haciendo la ruta en transporte público. Fuimos a recoger sus mochilas a su hotel de Kenitra, lo que provocó que se hiciera casi de noche antes de ir a Moulay Bousselham, así que una vez allí nos sentamos a tomar un té mientras comentábamos la jornada y preparábamos la siguiente etapa... Pero de eso hablaré en la próxima entrada.









  




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